Con este nuevo artículo quiero explicaros como nos podemos beneficiar de su uso correcto y como a nuestro perro le va a procurar bienestar y tranquilidad el poder disfrutarla.
En un sector de la sociedad es conocida la creencia que utilizar estos elementos (jaula, trasportín) como un método de castigo hostil es muy contraproducente para su bienestar. Se tiende a pensar que es fuente de ansiedad y stress para nuestro perro.
Pero, nada más lejos de la realidad. La utilización de la jaula como herramienta de su educación es fantástica y además nuestro perro enseguida le coge aprecio. En ella podrá, descansar, dormir, pasar ratos tranquilo lejos de momentos en casa un tanto tenso entre la familia….
Es fuente de tranquilidad desde que llegan a casa. Tanto los cachorros como los adultos deberían disponer de un lugar suyo íntimo y propio.
Esta la vamos a utilizar para educarlo en las cuestiones que en el cachorro más nos apremian al principio como tenerlo seguro en casa y bajo supervisión si no lo podemos hacer nosotros por estar ocupados en las tareas y obligaciones diarias de casa.
Por ejemplo, podemos evitar posibles accidentes caseros si como decimos no estamos presentes y les da por investigar la instalación eléctrica etc.
Si hemos asistido a alguna exposición canina de belleza o algún evento donde se dan en adopción, podremos ver como se utilizan las jaulas y trasportines para el descanso de los perros, su tranquilidad entre los momentos de espera a su turno de actividad etc. Nadie los tiene y mantiene allí para que estén castigados y de forma negativa.
De qué forma:
La jaula estará en el lugar donde hacemos vida en familia con la puerta abierta durante el día y en la proximidad nuestra.
Durante la noche, a la hora de irnos a dormir, lo dejaremos en ella y con la puerta cerrada, hasta que a primera hora del día siguiente nos levantemos y le facilitemos su salida para ir, en primer lugar, al sitio que hemos habilitado para que pueda hacer sus necesidades.
Esto nos va ayudar mucho en su control de los esfínteres. Pensemos que el horario para la necesidad frecuente de miccionar es más corto y repetitivo cuanto más pequeño es, hasta que va
desarrollando una suficiente capacidad de control de sus esfínteres y, en definitiva, de su organismo.
De noche, la jaula la podemos colocar en nuestra habitación. En sus primeras ocasiones no se trata de mantenerlo separado en otra dependencia. Puede que no acepte de buen agrado estar dentro (en
algunos casos), pero es importante dejarlo y no negociar si protesta o nos muestra su descontento queriendo salir de la misma.
En algunos casos, cuando vemos que el perro se pone ansioso y alterado pensamos que lo mejor es dejarlo salir y ceder a sus peticiones, pero esto no es lo correcto. Si además nos dicen que no deben estar en situaciones que generen ansiedad y estrés, rápidamente le abrimos la puerta y mal negocio hacemos para él.
La ansiedad bien gestionada por el individuo acaba porgenerar un aprendizaje en el que lo capacita para saber estar aun teniendo esa sensación que lo frustra y le provoca esa ansiedad.
Es cuestión de tener las ideas claras y ser realistas. Tu no pones allí a tu perro para hacerlo padecer ni para castigarlo. Lo dejas allí para que tenga su espacio intimo y sea generador de calma, la calma vendrá con la exposición repetida en el lugar y le permitirá aprender a saber gestionarse emocionalmente aun teniendo ganas de estar fuera de ella.
Educar no es cómodo y por mucho que queramos evitar situaciones que pueden ser generadoras de ansiedad y tú hagas una lectura negativa de la misma lo vas a estropear todo si cedes a muchas de las peticiones de tu perro.
Algunos de mis clientes cuando les hablas de la jaula educativa son muy reacios a su utilización en su educación pero en cuanto se dan cuenta de que no es para tanto y que el perro se va a ella de forma natural y la busca se les pasa esa sensación y connotación negativa.
Nos sirve para educar sus ganas de hacer pipis y cacas.
Nos sirve para evitar posibles accidentes caseros.
Nos sirve para evitar (a la llegada de visitas) los saludos efusivos y exagerados a ellas.
Nos sirve para enseñar a las visitas a no prestar toda la atención a nuestro perro si esta en ella (en un primer proceso de aprendizaje) etc.
Como ya he dicho, durante el día en la jaula con la puerta abierta y, al principio, en su primera semana, dejando que entre y salga. Dentro se le coloca su manta para que en los ratos de sueño entre y este dentro durmiendo. A poco que lo vaya haciendo se irá generando su necesidad de estar allí descansando.
En muchas de las consultas que he recibido de vosotros os recomiendo su uso para poder conseguir un resultado en la capacitación de vuestras mascotas a saber aburrirse y estar en casa con y sin nuestra presencia desde que llegan a casa.
Siempre habrá detalles a estudiar en casos muy concretos cuando adoptamos o traemos un perro a casa y no es cachorro. Aquí posiblemente en algún caso (pocos realmente) será algo más costoso el hecho de que acepten la jaula como lugar para su bien y descanso, pero se consigue prácticamente de igual forma y modo.
Si necesitamos la ayuda de un terapeuta o educador o adiestrador acudiremos a él y así me aseguro de hacerlo correctamente. Cada uno tenemos un modo o modos de acometer los casos, pero es importante que estemos cualificados y seamos profesionales en nuestro empeño de ayudar al propietario en la mejor convivencia y resolución a los posibles problemas de conducta en sus perros y en ellos mismos.
José Antonio Pineda Martínez.
Escribir comentario